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    Iniciar un nuevo negocio no es una decisión que se tome de la noche a la mañana. Para muchos aspirantes a empresarios, la franquicia es una oportunidad interesante, ya que ofrece la posibilidad de ser tu propio jefe sin asumir el importante riesgo que conlleva iniciar un negocio desde cero.

    Pero, para empezar, aclaremos qué es exactamente un acuerdo de franquicia:

    Un acuerdo de franquicia es un contrato en el que un empresario es consciente en conceder el nombre de la empresa, o el sistema de empresas, a un individuo o una entidad (el franquiciado).

    El formato del acuerdo de franquicia caracterizará el fundamento de los términos entre los dos grupos que dan su consentimiento, definirá la remuneración del franquiciado (pago en forma de regalías, por el uso de la marca comercial, entre otros), mencionará las condiciones de uso de la marca, especificará el alcance del acuerdo, y detallará los términos relativos a las disposiciones disciplinarias, y así sucesivamente.

    Aunque la mayoría de la gente piensa en cadenas de comida rápida cuando escuchan el término franquicia, de hecho casi cualquier negocio puede hacerlo. Un contrato de franquicia es un documento legal que, entre otras cosas, permite que alguien use la marca, el nombre comercial y el logotipo de una entidad conocida.

    El reconocimiento y uso de ese nombre puede ser una de las principales razones para comprar una franquicia. Los costos de marketing de una empresa que está empezando pueden consumir capital rápidamente, pero con derechos de franquicia pueden ser respaldados por empresas de confianza con marcas reconocidas.

    Cuando haces negocios con franquicias de renombre, el punto mutuo es que ambos buscan el éxito. El franquiciador cuenta con un historial de éxito administrativo y técnico, y le impartirá esa sabiduría al franquiciado, como parte de cualquier acuerdo de franquicia estándar.

    Los consumidores compran en franquicias, en gran medida, porque saben qué pueden esperar. Convertirse en un franquiciado puede garantizar que apenas tenga que preocuparse por la calidad o consistencia de sus productos o servicios. Esta garantía de calidad generalmente también se aplica a edificios e instalaciones.

    Aunque no hay cifras consistentes para las tasas de éxito de las franquicias frente a las nuevas empresas, que van desde un máximo del 95% para las franquicias hasta un mínimo del 35% para los independientes. La tasa de éxito de las empresas de franquicias es significativamente mayor que la de muchas empresas independientes. Y eso por sí solo es una razón poderosa para entrar en un acuerdo de franquicia.

    Las franquicias son una inversión más segura que los nuevos negocios porque cuentan con el apoyo y el respaldo de una corporación más grande y establecida. Estas corporaciones tienen modelos de negocio que han sido probados, a menudo en diferentes mercados de todo el país, y ya han demostrado su eficacia.

    Debido a su historial de éxito probado, obtener un préstamo para una franquicia es más fácil, que conseguir un préstamo para iniciar un negocio independiente. Los bancos saben que invertir en una franquicia es una apuesta más segura que invertir en un nuevo negocio que aún no ha tenido la oportunidad de acumular un historial de éxito.

    Desde el punto de vista de la gestión, la franquicia también ofrece otras ventajas. Por un lado, el franquiciador no es responsable de la gestión diaria de las unidades de franquicia individuales.

    Al eliminar estas responsabilidades, la franquicia le permite dirigir sus esfuerzos hacia la mejora del panorama general.